jueves, 31 de marzo de 2011

PARQUE REGIONAL DEL SURESTE. GENERALIDADES. DÍA DE LA TIERRA 2011.

INTRODUCCIÓN
En este año las actividades del día de la Tierra han girado alrededor del Parque Regional del Sureste. El parque regional más joven de la Comunidad de Madrid y uno de los más desconocidos, a pesar de su cercanía a Madrid y a su área metropolitana. De hecho una parte del Parque Regional se halla en el término municipal de Pinto, y sin embargo pocos alumnos de nuestro Instituto lo conocen. El Parque Regional del Sureste es un espacio protegido, situado al sur de la Comunidad de Madridse y que comprende una zona muy alterada por la acción humana pero en el que se incluyen áreas con características propias y diferenciadas del resto del territorio. Se halla sobre un terreno que comprende principalmente el valle del Jarama, desde el término de San Fernando de Henares hasta Titulcia, ya en el límite sur de la Comunidad de Madrid. A él se une también el tramo final del valle del Manzanares, comprendido en los términos municipales de Getafe y Rivas. En la zona del parque se produce la desembocadura en el Jarama de los ríos Henares, al norte y del Tajuña al sur, ambos desembocando desde el este. Estos ríos transcurren en esta zona por una llanura cuyos materiales tienen su origen en el Mioceno, hace unos 10 MA. Comprende distintos ecosistemas: cómo páramos calizos, llanuras cerealistas, áreas gipsícolas (sobre yesos) y las vegas de los ríos así como varias lagunas de origen artificial.





GEOLOGÍA
HISTORIA GEOLÓGICA
Los materiales que forman el parque se depositaron en la Cuenca de Madrid, perteneciente a la Fosa Tectónica del Tajo. Esta fosa se formó en la orogenia alpina, simultáneamente con la elevación de otros materiales que constituirían la Cordillera Central y en concreto la Sierra de Guadarrama, al norte, y los Montes de Toledo al Sur. La Cuenca de Madrid se rellenó con los materiales procedentes de ambas elevaciones, en un ambiente de lagunas, que podría recordar al existente actualmente en las Tablas de Daimiel. Los materiales depositados presentaban menor tamaño a medida que se iban sedimentando más alejados de las zonas elevadas. En el centro de la fosa el depósito era de tipo químico, ocasionándose la precipitación de calizas y de yesos, principalmente.




Sobre estos depósitos, que fueron colmatando la Cuenca, se formó una red hidrográfica, con un río principal, el Tajo, y toda una serie de afluentes. En los últimos 5 MA. estos ríos erosionaron la zona encajándose formando valles en los que además se formaron numerosas terrazas en sus orillas.



Por lo tanto la geología de la zona viene determinada por el tipo de materiales que forman el terreno así como por la acción realizada por las aguas que se han ido encauzando en dicho terreno.

MATERIALES
En el Parque se distinguen:

  • Materiales detríticos finos, como arenas, limos y arcillas de edad miocena que se encuentan en las llanuras cerealistas y materiales detríticos depositados posteriormente formando las terrazas y las vegas de los ríos.
  • Calizas que constituyen el páramo de Chinchón y la parte superior de algunos cerros testigo como los de la Marañosa.
  • Yesos que debido a sus características han originado un tipo de morfología irregular y en algunos casos ocasionando elevados escarpes en las márgenes de los ríos.
GEOMORFOLOGÍA
En la siguiente imagen puede verse la evolución del Jarama y el Manzanares en los últimos millones de años. El encajamiento de estos ríos ha ocasionado la formación de unos ámplios valles quedando hacia el este zonas elevada que constituyen los páramos: de Chinchón en el sur de Madrid y de la Alcarria, ya en Guadalajara. Es en la zona sur de la Comunidad de Madrid donde se sitúa el Parque Regional y en el que se pueden diferenciar las distintas áreas:

  • Los páramos al este.
  • Los valles de los ríos Manzanares y Jarama con las lagunas artificiales
  • Las áreas de yesos que en algunos casos ocasionan escarpes en las márgenes de los cauces fluviales.
  • Las llanura cerealistas y campiñas al oeste.


ECOSISTEMAS
CAMPIÑAS Y LLANURASEn estas zonas nos encontramos, principalmente con cultivos de cereales: trigo y cebada. También algunos pinares de repoblación de pino carrasco (Pinus halepensis). La vegetación original de esta zona correspondería a encinares. Entre los animales que podemos encontrar en estas zonas destacan: los conejos, liebres y perdices. También las avutardas, sisones y alcaravanes serían aves muy representativas de estas zonas, pero que prácticamente han desaparecido.


VEGAS Y SOTOS

Son las zonas de menor altura y que se hallan en las llanuras de inundación de los ríos. Son áreas con abundantes depósitos fluviales, muy fértiles y que en una gran extensión están ocupadas por cultivos hortofrutícolas. Entre la vegetación natural encontramos: sauces, tarayes, álamos, olmos, fresnos y otras plantas herbáceas como los juncos y los cañizos. La vegetación arbórea la encontramos constituyendo sotos y también bosques de galería. En esta zona, debido a la explotación de las arenas y gravas en el cauce del Jarama, se han formado lagunas artificiales que han pasado a ser una de las riquezas ecológicas del parque. Entre la fauna características numerosas anátidas.


CANTILES YESÍFEROS
Constituyen una de las zonas diferenciales del parque. Los yesos, que se originaron por precipitación química en lagunas de poca profundidad durante el mioceno, constituyen un sustrato extremo para la vegetación. En esta zona encontramos el matorral gypsícola o aljézar en el que se distinguen también algunos endemismos. Las formaciones más características son el jabunal, los tomillares de costra y los albardinales. Entre los animales se pueden nombrar algunas rapaces nocturnas como el autillo, búho, mochuelo.


PÁRAMOS CALIZOS

Constituyen una de las zonas más elevadas del parque y los encontramos hacia el sureste. En ellos se hallan las mayores extensiones de encinar y también pinares de repoblación de pino carrasco, principalmente. Otro tipo de vegetación la constituyen los olivares y los viñedos.


PARQUE DEL SURESTE: DAVID OVEJERO. PRINCIPALES ECOSISTEMAS.


Se trata de un área entorno de los ríos Jarama y Manzanares, a su paso por las áreas yesíferas y calizas de su cuenca media-baja, que incluye zonas de alto valor ecológico, paleontológico y arqueológico y que está sometida a importantes presiones y una serie de factores derivados de su carácter periurbano, lo que motivó el establecimiento de un régimen de protección.


Parque Regional del Sureste



Ecosistemas:

Las repoblaciones con pino carrasco han dado lugar a un hábitat muy interesante por su contribución al paisaje y por ser las únicas masas arboladas con cierta entidad de vegetación climatófila en el Parque. Es en estas zonas existe una gran riqueza faunística, en ellas anidan rapaces como el búho chico, la aguililla calzada, el busardo ratonero y el azor común. Entre los mamíferos los jabalíes y los zorros. En los bosques mejor conservados y más estructurados también puede haber garduña, gineta y tejón.
Búho chico
Zorro
  







En las áreas llanas occidentales del Parque, allí donde predominan los cultivos de secano, cereales, olivos y almendros, y las estepas, con abundancia de pequeñas matas y arbustos de bajo porte que dan lugar a grandes espacios abiertos, encuentran su oportunidad las aves esteparias. La especie más emblemática de las estepas cerealistas es la avutarda común En estos mismos dominios habita también el sisón común y la otra ave esteparia por excelencia, el alcaraván común. Vuela sobre todos ellos el cernícalo primilla que junto con el aguilucho cenizo utilizan los cultivos de cereales para su alimentación el primero y reproducción el segundo. También residen otras aves de menor  como la cogujada montesina, la curruca tomillera, etc.



Aguilucho Cenizo




En los márgenes del río Jarama existen numerosas lagunas de variadas dimensiones, que contribuyen con sus aguas a proporcionar medios acuáticos muy valiosos para el asentamiento de una fauna muy diversa y rica en especies.

Varias especies piscícolas se mueven por las aguas de los cursos fluviales del Parque, unas autóctonas como el barbo común, el barbo comizo, la boga de río y el calandino y otras introducidas como la carpa, el pez rojo, el pez gato negro… Estas especies, sirven de alimento a la nutria paleártica así como a un numeroso grupo de aves, entre las que destacan el martín pescador común y la garza real. En las orillas de los ríos, entre cañaverales o entre espesos tarajes nidifican el martinete común y la garcilla bueyera.  
Barbo común

Garza Real







Las vegas agrícolas establecidas en los valles fluviales del Parque presentan una gran productividad que es aprovechada por la fauna silvestre. Así en ciertas épocas sorprenden los grandes bandos de palomas torcaces, bravías, zuritas y otras aves de menor tamaño que encuentran en ellos una inacabable despensa. Entre las especies residentes es característica la presencia del gorrión molinero que aprovecha para criar los nidos de cigüeñas junto a la cada vez más abundante cotorra argentina, especie escapada de cautividad; son abundantes los micromamíferos como el topillo mediterráneo y la rata negra, lo que es aprovechado, para su alimentación, por el carnívoro más pequeño de Europa, la comadreja.
Comadreja

Las zonas urbanas, pese a ser hábitats típicamente habitadas por hombres, ofrecen grandes posibilidades a especies ubicuas y poco exigentes, las cuales se han adaptado a explotar los recursos disponibles en este medio, ya sea sustrato de nidificación o alimento y refugio. Los edificios permiten la anidación de numerosas especies, destacando una pequeña rapaz amenazada: el cernícalo primilla, con una exigua colonia de cría a punto de desaparecer en las ruinas de la iglesia de Perales del Río. Otras especies que se reproducen en los núcleos urbanos son la golondrina común, el vencejo común, el avión común, el estornino negro, el gorrión común, la paloma doméstica y la cigüeña blanca. Los mamíferos más destacados son el murciélago común, el ratón casero y la rata parda y entre los reptiles es muy típica y fácil de observar por la noche la salamanquesa común.
Golondrina común
Cernicalo primilla



Hay que destacar la fauna de invertebrados. Es una de las grandes desconocidas pero también de las más fascinantes por su gran diversidad de especies, en especial de insectos, que viven en todos y cada uno de los ecosistemas. Su importancia radica en que son piezas claves para la vida de otros organismos vivos, entre ellos las plantas que polinizan; a la vez forman parte de la dieta de gran cantidad de aves, reptiles, anfibios y macroinvertebrados.
Escarabajo
Mariposa



miércoles, 30 de marzo de 2011

LAS LLANURAS CEREALISTAS. REBECA.

CARACTERÍSTICAS DEL MEDIO FÍSICO

Como su propio nombre indica el tipo de relieve de esta zona es na llanura en la que nos encontramos, principalmente con cultivos de cereales: trigo y cebada

La amplia zona del parque que sólo cuenta con humedad climática, la que proviene exclusivamente de las precipitaciones, conforma un paisaje estepario de origen artificial.

Dentro del Parque, aparecen islotes no cultivados en los que pueden verse restos muy degradados del bosque mediterráneo.

Sus suelos escasos, pedregosos y muy calizos de cerros, laderas y linderos

FLORA Y FAUNA – DIVERSIDAD

Bajo el manto uniforme de un extenso cultivo de cereales se esconden una enorme riqueza y diversidad.

FLORA

Los cultivos de secano que más abundan son los de cereales, concretamente la cebada
(Hordeum vulgare), el trigo (Triticum aestivum) y la avena (Avena sp.). También podemos encontrar vides (Vitis vinifera), campos de almendros (Prunus dulcis) y girasoles (Helianthusannuus) y un gran número de olivares quue en ocasiones paraecen acompañados de almendros. Estos cultivos se asientan sobre lo que primitivamente correspondió al dominio del bosque mediterráneo.


LOS OLIVARES

El olivo,presente en la Península Ibérica desde tiempos remotos,ha sido y es la panacea
para todas las culturas instaladas aquí y en toda la región mediterránea, desde los fenicios hasta nuestros días.
Para la cultura griega era un símbolo de la abundancia, la sabiduría y la paz. En tiempos
del Imperio Romano se representaba con una rama de olivo a los emperadores que habían conseguido la paz. La tradición judeo-cristiana también está repleta de alusiones a esta planta: según una antigua leyenda, sobre la tumba de Adán creció un olivo; fue una rama de este árbol la que portó una paloma a Noé para anunciar la retirada de las aguas tras el Diluvio. Por último, el madero que utilizaron para crucificar a Jesús se obtuvo de un olivo.
En épocas más recientes la aceituna y del aceite de oliva son muy importantes para extensas regiones de la Península. La creciente valoración de la dieta mediterránea a nivel mundial, con unas reconocidas propiedades nutritivas y de salud, sitúa al aceite de oliva en un lugar privilegiado.

LOS TRIGALES
El trigo es el cereal más extensamente cultivado. Sólo en Europa ocupa el 50% de toda
el área cerealista. Es muy utilizado en alimentación humana,—para elaborar la harina— y como pienso para el ganado.De él se obtiene el almidón y se elaboran bebidas alcohólicas. La paja ha servido tradicionalmente para fabricar esteras y para techar casetas y cabañas. Como sucede con el olivo, especialmente en las culturas mediterráneas, el trigo es un símbolo tradicional de suerte, abundancia y paz.

PLANTAS ARVENSES
Existen numerosas plantas que viven asociadas a los cultivos humanos.
Estas comunidades vegetales,generalmente tildadas de “malas hierbas” , suelen albergar
una gran riqueza biológica no solo vegetal sino también faunística.
Entre las herbáceas que encontramos a el pepinillo del diablo (Ecballium elaterium), conocido por dos cosas: por sus sorprendentes frutos explosivos,que al más leve roce pueden dispersar sus semillas en un radio de muchos metros, y por sus múltiples aplicaciones en medicina y remedios populares.
Los egipcios, griegos y romanos lo utilizaron por sus propiedades purgantes y como
remedio contra la otitis, la gota, las inflamaciones y dolor de muelas.
Su raíz es rica en una sustancia llamada “heterósidos triterpénicos” ,muy tóxica para el ser humano y los animales,pudiendo ocasionar diarreas,cólicos,convulsiones y transtornos respiratorios.Sin embargo también se puede utilizar para tratar diversos casos de atonía intestinal (debilidad de los tejidos intestinales), hidropesía (acumulación de líquido seroso en una cavidad o en el tejido celular) e incluso, tiene propiedades antitumorales.
Popularmente se ha usado como emético (vomitivo), como purgante drástico (rápida evacuación intestinal a modo de laxante), antiespasmódico, antiinflamatorio y como vermífugo (expulsión de parásitos intestinales).Además, también para corregir la sordera, amenorreas (falta de menstruación), leucorreas (flujo vaginal blanco),paraplejias,dermatosis...

                  
                                                                                       Pepinillo del diablo

FAUNA

Las grandes zonas de cultivos de secano que se extienden por todo el centro peninsular albergan una riqueza faunística notable. A pesar de lo poco vistoso que puede resultar
este paisaje, algunas especies animales de gran importancia encuentran aquí un refugio
ideal y una zona de alimentación y caza de inmejorables condiciones.
En los campos de cultivo del Parque Regional del Sureste podemos encontrarnos con la
enorme avutarda (Otis tarda). Este ave,que necesita campos abiertos de gran extensión, se está viendo muy perjudicada por el furtivismo y por el expolio de sus nidos. Permanece durante mucho tiempo en el suelo y es típico su andar pausado, con el cuello
erguido. Son muy ariscas y recelosas y viven en pequeños grupos, alimentándose de vegetales y pequeños invertebrados. Son bastante sedentarias.
También hay sisones (Tetrax tetrax), de la familia de la avutardas, pero de un tamaño mucho más reducido.
Son abundantes la alondra común (Alauda arvensis) y la cogujada común (Galerida cristata). Sus sonoros cantos son permanentes en los campos de cultivo. Son muy gregarias. Normalmente las podemos encontrar volando sincrónicamente, a poca altura del suelo. También corren por la tierra en busca de presas, casi siempre insectos y pequeños invertebrados.En la Península Ibérica viven de forma sedentaria.
Por último, destacar la presencia de una importante rapaz, característica de este ecosistema, el aguilucho cenizo (Circus Pygargus). Este ave realiza su nido en el suelo,
entre la vegetación.Se alimenta de pequeños mamíferos y reptiles,aves,y grandes  insectos. En la Península Ibérica está presente en la época estival, cuando se acerca desde las tierras del norte para criar.Como sucede con otras aves, ante la calidez progresiva de las temperaturas, en ocasiones se está quedando todo el año.
La representación de los mamíferos en los campos de cultivo es menos importante.A las
incursiones de los zorros y,en menor medida,de algún ejemplar de jabalí (Sus scrofa)—que tras muchos años de ausencia se ha dejado ver últimamente por los campos de cultivo de Pinto y San Martín de la Vega—,hay que añadir la presencia de liebre (Lepus capensis), sobre todo en Pinto, San Martín de la Vega,Titulcia y Ciempozuelos.

También hay que señalar la importante presencia de uno de los insectos más llamativos: la mariposa. Se calcula que hay unas 150.000 especies de lepidópteros en el mundo, repartidas en 86 familias diferentes y extendidas por todas las regiones del planeta, salvo quizá,en la Antártida. Aproximadamente 4.000 especies tienen presencia en el Estado español y la Comunidad de Madrid acoge a algunas de las más valiosas y raras.
Por último, señalar la esporádica presencia de  Euroddyas desfontainii. Esta mariposa puede estar durante periodos de cinco o seis años sin tener presencia en el Sureste madrileño y aparecer de nuevo cuando las condiciones son propicias.Las hembras llegan hasta aquí procedentes de otras zonas de Europa para alimentarse de la madreselva.
  

GRADO DE ALTERACIÓN POR LA ACTIVIDAD HUMANA Y RIESGO DE IMPACTOS AMBIENTALES.

Una de las alteraciones más notables es que cada vez son más abundantes los cultivos de
regadío e incluso el regadío en plantas que son de secano para aumentar su productivi-
dad. Estas prácticas no son aconsejables por el alto consumo de agua que suponen y
por acentuar los problemas de desertificación cada vez más comunes en la zona centro
peninsular.
Incluso, se han llegado a plantar cereales en plena vega del Manzanares, sobre terrenos
tradicionalmente explotados con cultivos de maíz y espárragos. En estos casos existe ade-
más el riesgo asociado que supone utilizar el agua del propio río para riego.
Los huertos que se extienden por las vegas del Manzanares, Jarama y Henares también
adolecen de este problema, al que se suma la invasión de terrenos de Dominio Público
Hidraúlico, la tala de árboles de ribera para sembrar y el crecimiento descontrolado de
este tipo de huertos. En contraposición a esta práctica se sitúan los Huertos de Ocio del
Caserío del Henares,dónde se promueve una explotación ordenada y racional de los recursos fluviales.
Otra alteración debido al cambio de costumbres en los humanos es que con la llegada
de los procesos de industrialización y el progresivo abandono del campo,muchos cultivos han sido dejados. En este parque se ha notado la cercanía de grandes centros industriales y de población. Los campos de cultivo acaban convertidos en eriales.Muchos de ellos, situados entre terrenos aún cultivados, están siendo colonizados por especies que adelantan la lenta recuperación del bosque mediterráneo, como las retamas (Retama sphaerocarpa).
Por otro lado está el riesgo de que se extingan algunos animmales.Por ejemplo el aguilucho cenizo que debido al adelanto de la siega,motivado en buena parte por la recogida mecánica con cosechadoras, está en riesgo de extinción.Por otro lado tenmos la población de la planta denominada pepinillo del diablo se ha visto reducida por laconstrucción de nuevas carreteras y vías de circunvalación (M-30,M-40,M-50).
Otro dato que podemos poner como ejemplo de la alteración debido a la actividad humana es que hace tan sólo unos años, había cigüeñuelas en una laguna del Culebro, pero las obras de Mercagetafe les han impedido seguir en la zona.
Por último cabe destacar el hecho de que conservemos escasísimos ejemplares de encina en el cerro Cabeza Fuerte y en el paraje de los Hornos, formando, en ambos casos, dos masas apretadas, como defendiéndose de la constante agresión humana.

martes, 29 de marzo de 2011

BOSQUE MEDITERRÁNEO. MARITE NIETO.

Dehesa El CarrascalLOCALIZACIÓN
El bosque mediterráneo se sitúa en La Dehesa El Carrascal que es una masa forestal situada al Sur de Arganda del Rey. En total tiene una extensión de 131 Hectáreas y se encuentra a unos 30 km al sureste de Madrid.
La zona pertenece al Parque Regional de los cursos medios de los ríos Jarama y Manzanares. Parte de su superficie, la mejor conservada, está clasificada como "Zona B" de Reserva Integral, el resto, especialmente al Sur de la anterior, se clasifica como "Zona D", de Explotación Ordenada de los Recursos Naturales.

CARACTERÍSTICAS
La Dehesa constituye el último reducto del paisaje autóctono que existía antes de que la actividad humana (especialmente la agricultura y el aprovechamiento para pastos) acabara por desbrozar definitivamente el original bosque mediterráneo. Es la única representación de encinar manchego en todo el Parque del Sureste, un paisaje dominado por la combinación de la encina o carrasca (Quercus rotundifolia), un suelo de naturaleza básica y clima riguroso y escaso de lluvias.
A pesar de su relativo alejamiento del eje del Parque, la Dehesa de El Carrascal fue incluida en el espacio protegido por constituir una reliquia botánica de notable interés biológico.

CLIMA
Se caracteriza por sus inviernos templados; y los veranos secos y calurosos.  Se caracteriza por tener una pluviosidad bastante escasa (500 mm) y concentrada en las estaciones intermedias (primavera y otoño), con temperaturas muy calurosas en verano y relativamente suaves en invierno, con un periodo más o menos largo de heladas en esta estación. La vegetación resultante es arbórea de tipo caducifolio o perennifolio con los árboles no muy altos y unos estratos herbáceos y de matorrales. 

FLORA

La masa principal de vegetación se puede definir por dos grupos claramente identificados: en primer lugar el quejigo (Quercus faginea) + la encina (Quercus rotundifolia) + la coscoja (Quercus coccifera). Por otro lado las masas de Pino carrasco (Pinus halepensis), en la actualidad sin aprovechamiento maderero por la juventud de la masa (años 50), aunque tradicionalmente los vecinos de Arganda obtenían leña para uso doméstico. El objetivo principal de la implantación del pino fue la regeneración del suelo, aun bastante degradado, para conseguir la reintroducción natural de la vegetación originaria del monte.

FAUNA

Los animales de la zona tienen una estrecha relación con la vegetación presente, que les aporta cobijo y, en ocasiones, es la base de su alimentación. La zona acoge un gran número de animales, no siempre fáciles de detectar, aunque un buen observador será capaz de detectar signos de presencia (excrementos, huellas, restos de comida, etc.). Las especies más destacadas, de aves y mamíferos, cuya presencia se ha confirmado en la zona son los siguientes: erizo común, musaraña común, murciélago común, conejo, liebre, ratón, zorro, tejón, milano real, azor, gavilán, cernícalo, perdiz, sisón, mochuelo, vencejo, abejaruco, abubilla, jilguero, petirrojo, etc.

Por todo ello, la Dehesa de El Carrascal, de enorme riqueza natural y auténtica joya botánica, es un espacio ideal para la practica del senderismo.  El recorrido permite apreciar una de las últimas reliquias del antiguo bosque mediterráneo presente en el parque Regional del Sureste.

lunes, 28 de marzo de 2011

PÁRAMOS CALIZOS. ALICIA SAN LAUREANO.

Constituyen una de las zonas más elevadas del parque y los encontramos hacia el sureste. En ellos se hallan las mayores extensiones de encinar y también pinares de repoblación de pino carrasco, principalmente. Otro tipo de vegetación la constituyen los olivares y los viñedos.

Los matorrales asentados en el Parque Regional del Sureste ocupan aproximadamente un 23% de toda la superficie y presentan una gran diversidad fisonómica. Cada una de las distintas formaciones vegetales, dominadas por una o varias especies de matas, integran un rico y variado cortejo florístico, estableciéndose los índices más altos en cuanto a biodiversidad botánica mediterránea se refiere.
Los matorrales calizos o de tránsito calizo-gipsícola se localizan en las zonas con una mayor altitud, preferentemente sobre suelos que conforman los páramos y que recubren, a partir de los 600 metros, en forma de manto, los yesos y margas de las cuestas. Los matorrales calizos más significativos, dado que ocupan una mayor extensión, son: los romerales, tomillares, tomillo terrero y tomillares de mejorana, ontinares, efedrales, aulagares y salviares o esplegueras. Existen otros matorrales de menor entidad en cuanto a espacio ocupado, pero de gran interés botánico como son las comunidades de los jarales y de estepa negra. Estos últimos suelen ocupar suelos aluviales calizos con abundante pedregosidad. De igual manera aparecen rañas silíceas dispersas y dominadas por cuarcitas, jaguarcillos, jara pringosa y otras matas.
Estas características de los paramos hace que haya esta diversidad de especies: El halcón peregrino, el búho real, lechuza común, musaraña gris, el ratón de campo, topillos, chova piquirroja, collalba negra, el roquero solitario, curruca rabilarga, pequeño de herradura, comadreja, tejón y murciélago enano.
Alicia San Laureano

EL PÁRAMO. SANDRA MARTÍNEZ.

Un páramo es una gran extensión de terreno yermo y plano situado a cierta altitud, muchas veces superior a 1000 metros.El páramo constituye la superficie estructural de un relieve tabular y se caracteriza por asentarse sobre suelos calizos, con una escasa vegetación basada generalmente en el brezo y el matorral, prevalencia de cultivos de secano, una fuerte amplitud térmica, vientos constantes y una hidrografía escasa, aunque en muchas ocasiones aparecen grandes cortes del terreno por los ríos dando lugar a cañones. Debido a su altitud suelen ser frecuentes las nieblas en épocas lluviosas. Suelen aparecer en zonas de media montaña y en zonas de transición entre las sierras y las campiñas.
En el Parque Regional del Sureste,el páramo ocupa la zona sureste,donde se encuentra,por ejemplo,Chinchón.
CARACTERÍSTICAS DEL MEDIO FÍSICO
En la franja del páramo incluida en el ámbito del Parque, podemos observar diversas características de esta unidad, con formación de mesas, cerros, llanuras y navas, cuyo origen se debe a la erosión fluvial de una red hidrográfica fósil o casi fósil, pues aún queda el arroyo Pantueña como testigo. Pertenecen pues al páramo alcarreño los cortados existentes en Titulcia y Mejorada del Campo, estando incluidos en el borde morfoestructural del páramo. Al acercarnos a los aspectos más locales del relieve, ya podemos decir que los cortados o cantiles del Parque constituyen uno de los más destacados de su relieve.


SERES VIVOS
 Presentan poca vegetación y paisajes ralos con matorrales, tomillo, alguna encina y vastas extensiones de cultivos de vid y olivo.

También son abundantes los coscojares,que se encuentran en la parte alta de los cerros,sotobosque mediterráneo y algunos majuelos.
Respecto a la fauna abundan el ratonero, córvidos como grajillas y urracas, perdices, palomas, conejos y el búho real.
 

Hecho por Sandra Martínez de 1ºBbach.

domingo, 27 de marzo de 2011

VEGAS Y RIBERAS. ELSA GÓMEZ.


FORMACIÓN
Hace unos 30 millones de años se inició el levantamiento del Sistema Central. Estos movimientos terminaron creando una gran cuenca cerrada y sin salida al mar. Se formaron grandes lagunas que se salinizaron y esos sedimentos crearon una de las rocas actuales más representativas del Parque.

Hace dos millones de años se abrió una salida hacia el Océano Atlántico desarrollándose el actual drenaje de la Región. Uno de estos ríos, el Jarama, creó las condiciones morfológicas para que, sobre un sustrato tan poco agraciado, la vida se asentara y constituyera un fértil valle que atraería asentamientos humanos permanentes. Sus actuales valores ambientales son tan sólo un pobre reflejo de lo que fueron cuando constituía un complejo y amplio bosque de ribera, que seguía el curso de un río limpio, llanuras de inundación, humedales y praderas. El río constituye una “isla” por la composición de los materiales de la ribera en relación a los ambientes circundantes (cerros yesíferos). El transporte de materiales de diferente grosor que se han ido sedimentando ha dado lugar a llanuras de inundación organizadas en terrazas, con una alta fertilidad.


FLORA
El resultado es un ecosistema peculiar, con sus propios valores biológicos, paisajísticos, microclima, etc. Los sotos de ribera, con una vegetación de hoja caduca, es un auténtico refugio, especialmente en verano, cuando los sotos son el último reducto verde y fresco del paisaje.
Junto al lecho encontramos saucedas, capaces de soportar la acción de las avenidas y el casi permanente estado de inundación de sus raíces.
A continuación los álamos, especialmente el álamo blanco (Populus alba), denominado así por el color claro de su corteza del envés de las hojas. A continuación de la alameda se sitúa la fresneda, prioritariamente formada por fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia).

Finalmente, en la banda más alejada del cauce, surgirán las olmedas, en las que el olmo o negrillón (Ulmus minor) será la especie dominante.
Junto a las especies arbóreas aparecen multitud de otras plantas leñosas, zarzales, majuelos, rosales silvestres, tamujo, entre otros.
Los mejores restos de bosques de ribera se pueden contemplar en las riberas del Jarama y Henares, en San Fernando y Mejorada del Campo (Soto de Aldovea), en Rivas Vaciamadrid (juntas del Jarama y Manzanares), en Velilla y en la zona de Titulcia.
FAUNA
En los restos maltrechos de ríos y sotos sobreviven a duras penas numerosas especies animales, que encuentran en las marañas y enramadas refugio para criar y reproducirse, un
excelente hábitat de alimentación y un microclima más templado en el que encarar los fríos del invierno. Las riberas y encharcamientos, los brazos abandonados y los remansos, constituyen los emplazamientos ideales para algunos invertebrados, peces, anfibios y reptiles, la mala calidad del agua impide una mayor diversidad.

De las especies originales de peces (barbo común, boga, bermejuela, tenca, anguila, incluso trucha), hoy sólo quedan restos dispersos de barbo y boga. En su lugar han aparecido especies foráneas, introducidas irresponsablemente por el hombre. Todos sobreviven en los humedales, mientras los ríos albergan algunas poblaciones de carpa y pez-gato.
En ausencia de grandes mamíferos –salvo esporádicas apariciones de jabalíes –y algunas citas de nutria en la zona norte del parque, son las aves junto con los reptiles y anfibios, los vertebrados más característicos de los sotos.
Las culebras de escalera y bastarda, el lagarto celado o la lagartija ibérica tienen una amplia distribución en la zona, las orillas y zonas encharcables son el lugar predilecto del galápago leproso y la culebra viperina, entre los anfibios destacan el sapo común y el pequeño sapo corredor.
Las especies de aves están representadas por una diversidad realmente notable. Destacan las poblaciones de pequeños paseriformes: ruiseñores comunes, carboneros, gorriones molineros, estoninos negros, mirlos... En los taludes arenosos del cauce excavan sus colonias de nidos subterráneos los multicolores abejarucos y aviones zapadores, aves estivales e insectívoras que viven cerca de otro colorido inquilino del río: el martín pescador. Las abubillas y el pito real (responsable de muchos de los agujeros circulares que presentan chopos y otros árboles), así como la ubicua y resistente polla de agua, se cuentan también entre los más abundantes y reputados habitantes alados del soto. Menos frecuente, es el minúsculo autillo un búho en miniatura de hábitos trogloditas y dieta preferentemente insectívora. Utilizan también las riberas infinidad de aves de todos los tamaños, entre las más llamativas destacan las cigüeñas blancas ,también diferentes especies de garzas.
Entre los tocones y restos vegetales en descomposición hay un paraíso para los entomólogos. Cientos de mariposas diurnas y nocturnas, escarabajos de toda índole y condición, avispas, chinches, moscas libélulas... y miríadas de minúsculos invertebrados dentritívoros y descomponedores, completan el biotopo más productivo del Parque y el más amenazado.
PROBLEMAS Y AMENAZAS
La contaminación de las aguas de los ríos es el impacto más evidente, aunque no el único. A pesar de la mejora progresiva de estos cauces, especialmente evidente en el Henares, las aguas de los ríos del Parque Regional del Sureste están fuertemente contaminadas no siendo aptas para ningún uso. Las causas y focos de esta contaminación hay que buscarlas muchas veces fuera de los límites del espacio protegido. El río Manzanares recoge los vertidos de cerca de seis millones de madrileños, el Jarama se convierte en una auténtica cloaca especialmente a partir de los vertidos ilegales que recibe desde los polígonos industriales de Belvis, Paracuellos y el propio aeropuerto de Barajas.
La ocupación de zonas de dominio público hidráulico y la destrucción de su bosque de ribera son fenómenos muy extendidos en las márgenes cercanas a San Fernando, San Martín de la Vega y Mejorada del Campo, provocando una fuerte erosión y facilitando episodios de desbordamiento del río cuando los responsables de la Presa del Atazar deciden desembalses masivos.

sábado, 26 de marzo de 2011

PARQUE DEL SURESTE. EL SOTO DE LAS JUNTAS. DANIEL MONTORO.

El Parque Regional del Sureste, es un espacio protegido de 31.552 hectáreas situado en el sureste de la Comunidad de Madrid, y se extiende de norte a sur a lo largo del Jarama, en donde predominan las llanuras de ribera y algunos cerros, pero la riqueza natural de este espacio reside en las fértiles llanuras cerealistas, los cortados y cantiles yesíferos de los cerros, los sotos y riberas de los ríos y en los numerosos humedales y lagunas. Uno de sus enclaves más emblemáticos son los Cerros de la Marañosa, cuya altura máxima es de 698 m. En la zona también hay yacimientos arqueológicos y paleontológicos.


El parque regional se aprobó el 28 de junio de 1994 por la Asamblea de Madrid. Con esta decisión se daba el primer paso para aportar respaldo legal a la voluntad de recuperar y proteger la zona del Jarama.


El parque sigue en periodo de restauración, en Soto de las Juntas una finca propiedad de la comunidad de Madrid de 82 hectáreas en el termino municipal de Rivas Vaciamadrid. Zona degradada por la explotación en la extracción de áridos. Está situada entre el río Manzanares y el río Jarama, se ha realizado trabajos de restauración que ha permitido recuperar el medio natural de los sotos y riberas del valle bajo del Jarama. Se restauró la cubierta vegetal plantando chopos (Populus alba), sauces (Salix alba). La zona está protegida como reserva de fauna.


La fauna más característica del espacio es:
  • Mamíferos: Comadreja, erizo común, gato montés, jabalí, liebre, murciélago común, ratón de campo, tejón, zorro, mapache, entre otros.
  • Aves: Gran variedad de aves típicas de los humedales y de la meseta castellana. Interesante la presencia de martín pescador y martinete. Hay que destacar de manera muy especial la presencia de avutarda (Otis tarda), en las estepas cerealistas que comparten los términos municipales de Pinto, Getafe y San Martín de la Vega. En estas zonas de cultivo también aparece el no menos importante sisón y el alcaraván. Es muy significativa también la presencia de rapaces en grave peligro de extinción como son los casos del halcón peregrino y del cernícalo primilla . Gran presencia de cigüeñas blancas, tanto de ejemplares que pasan todo el año en estos lares, como de individuos que están de paso preparando su migración hacía África.
  • Reptiles y anfibios: Culebra de escalera, lagartija colirroja, tortuga de Florida, tritón jaspeado, gallipato, rana común, sapo común, sapillo moteado, entre otros.
  • Peces: Barbo, black bass, cacho, carpa, gobio, lucio, perca sol, pez gato, trucha arco iris, tenca, entre otros.
  • Artrópodos: Cangrejo americano.
La flora más abundante son las especies propias del encinar manchego, los matorrales gipsícolas, los bosques de ribera y los cañizares.







jueves, 24 de marzo de 2011

LOS HUMEDALES. ADRIÁN.


Este espacio protegido está dentro de los términos municipales de Velilla de San Antonio, Ciempozuelos, Titulcia, Rivas Vaciamadrid, San Martín de la Vega, Arganda del Rey, San Fernando de Henares, Pinto, Mejorada del Campo, Getafe, Valdemoro, Aranjuez, Chinchón, Torrejón de Ardoz, Coslada y Madrid.

En el parque del sureste,se han localizado un total de 123 humedales (terreno húmedo) que tienen su origen en antiguas actividades mineras de áridos; pero que desde hace poco tiempo se han consolidado en grandes lagunas.


  • ANIMALES : En los humedales del parque del sureste una faunia muy variada, destacan:
AVES: Es el grupo con mayor representación, en los humedales son muy habundantes las garza imperial, los avetorrillo y los patos colorados.
 
Garza Imperial                             Avetorrillo                            
Pato colorado                                                                                          
(imagen no disponible)

PECES: Es mucho más limitada, cuenta únicamente con 16 especies; entre las que destacan  el barbo común, la boga de río...Entre otras.

Barbo común (delante y en vertical)               Boga de río

REPTILES Y ANFIBIOS: Destacan el galapago leproso, y la culebra viperina (muy abundante en lagunas).

          Galapago leproso                                      Culebra viperina

  • VEGETACIÓN: La vegetación más abundante de los humedales en estos enclaves es la palustre, además de algunos árboles  y arbustos propios de suelos encharcadizos, como los sauces, chopos y tarays. La vegetación más frecuente en las franjas de vegetación en torno a las graveras es el carrizo,  una gramínea que puede alcanzar los 4 metros, y que llega a crear una auténtica barrera entre la tierra firme y la lámina del humedal.

El grado de alteración por la actividad humana es variable en todo el parque del sureste ya que en algunas zonas como son los casos de Porcal (Rivas), Picón de los Conejos y el Soto (Velilla de San Antonio), Arriadas (Ciempozuelos),...se encontraban en los lugares más apartados y, especialmente, en el interior de fincas privadas, han tenido la mejor evolución al amparo de una cierta protección.


Algunas se han restaurado como espacios de uso social o recreativo: las Madres en Arganda (que en su momento eran una serie de lagunas que se utilizaban como vertedero), el Raso en Velilla, el Campillo en Rivas, Las lagunas de la Presa del Henares, la laguna de San Martín de la Vega, etc.

La mayor parte, sin embargo, han quedado expuestas a la acción de toda clase de desaprensivos que las han utilizado para eliminar los residuos más variados. La Esperilla (Arganda del Rey), Miralrío (Velilla de San Antonio), etc.
Realizado por Adrián